Johanna Suarez

Mi elección de vocación proviene de la primera infancia. Crecí en un sistema familiar disfuncional y patológico, caracterizado por la violencia, la adicción, la imposibilidad de comunicar las emociones; esto despertó desde muy pequeña el deseo de comprender la conducta humana. Todo aquello en lo que me he formado siempre tuvo como objetivo la propia sanación y por consiguiente la posibilidad de acompañar a las personas que me rodeaban en sus propias vivencias y procesos. De la mano de mi maestra y compañera Cora García Melo y el Centro de Terapeutas Florales® inicié mi camino como terapeuta floral, un mundo totalmente novedoso que vino a romper muchas estructuras de mi formación en Psicoanálisis. Luego fui docente titular y finalmente formé parte del equipo directivo de la escuela. Allí pude ampliar mis conocimientos en terapias complementarias y la perspectiva del ser humano como sujeto holístico. Fiel a mis convicciones, sostengo que cualesquiera sean las experiencias críticas que atravesamos, las mismas resultan una invitación al mayor desafío que enfrentamos como sociedad y que consiste en poder ser libres; el comprender esto implica un profundo crecimiento individual y colectivo.